Del 16 al 23 de Agosto tuve el placer de estar por Madrid en el Encuentro Indivisa, acompañando al grupo de 1º de bachillerato que animo (ya más bien 2º).
No es de los mejores encuentros en los que he podido participar, pues ha habido muchos fallos, en especial para mí, las comunicaciones previas, pues generaron gran divergencia en las expectativas hacia las JMJ. A pesar de todo ha habido tal capacidad de adaptación a las situaciones y a los chavales, que me ha impresionado.
Tuve también la suerte de volver a encontrarme con compañeros del CELAS de Madrid, Canarias y Andalucía, y de juntarme otra vez de tantas a animar junto con los para mi inmejorables animadores del sector Valladolid, de los que siempre aprendo.
Lo que más me ha gustado es respirar toda esa humanidad: sonrisas, lágrimas, caras, gestos, amistad, enfado, cariño, decepción…
Es una suerte poder encontrarme con Dios no en donde la gente espera, en las grandes masas, sino en los encuentros personales, en momentos sencillos…siempre, en lo pequeño.
No es de los mejores encuentros en los que he podido participar, pues ha habido muchos fallos, en especial para mí, las comunicaciones previas, pues generaron gran divergencia en las expectativas hacia las JMJ. A pesar de todo ha habido tal capacidad de adaptación a las situaciones y a los chavales, que me ha impresionado.
Tuve también la suerte de volver a encontrarme con compañeros del CELAS de Madrid, Canarias y Andalucía, y de juntarme otra vez de tantas a animar junto con los para mi inmejorables animadores del sector Valladolid, de los que siempre aprendo.
Lo que más me ha gustado es respirar toda esa humanidad: sonrisas, lágrimas, caras, gestos, amistad, enfado, cariño, decepción…
Es una suerte poder encontrarme con Dios no en donde la gente espera, en las grandes masas, sino en los encuentros personales, en momentos sencillos…siempre, en lo pequeño.
Kike
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