Y qué decir del enorme equipo de animadores con Fito y el Hno. Jorge al frente como coordinadores, que aún en nuestros momentos más complicados y dolorosos, junt@s logramos responder a las necesidades de tod@s l@s jóvenes que se disponían una vez más a compartir lo más grande que con su juventud llevan siempre: la AMISTAD.
Pero aún habiendo momentos más duros, también hubo muchos más momentos de felicidad y celebración: las formación de las distintas compañías de aventurer@s, las cabañas, los palantir bajo las estrellas, las justas, la cena de gala, la visita a los ancianos en el asilo... ¡e incluso mi cumple! Y es que aún estando lejos de tus seres queridos, que más de 150 personas te feliciten es algo grandioso.
Lo mejor: la Gran Aventura no termina aquí. Nuestros grupos cristianos y el Gran Aventurero nos acompañarán durante el próximo curso hasta la siguiente parada: Utopía.
Aitor
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